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¿Cuáles son las diferencias entre la placa y el sarro?

Desde nuestros primeros años, nuestros padres intentan inculcarnos la importancia del cepillado regular de los dientes. Se supone que esta actividad protege los dientes de enfermedades peligrosas y les proporciona un aspecto bonito y blanco. Esto lo sabemos todos. Sin embargo, vale la pena aprender un poco más sobre las consecuencias que pueden surgir debido a la negligencia en las actividades de cuidado básico. Para ello, debemos entender qué son la placa dental y el sarro. ¡Te invitamos a leer!

La placa dental es el depósito que se forma en los dientes inmediatamente después de cepillarlos

Es prácticamente imposible evitar que las bacterias se depositen en los dientes. Los microorganismos entran en nuestra cavidad bucal con cada comida que ingerimos y cada líquido que bebemos. Aunque el cepillado de los dientes permite neutralizarlos, no cambia el hecho de que unos minutos después del cepillado las bacterias vuelven a entrar en nuestra boca. Este proceso no se puede detener.

Sin embargo, no hay que asustarse. Las bacterias que no permanecen demasiado tiempo en la boca no tienen carácter cariado. Basta con que, según las recomendaciones de los dentistas, nos cepillemos los dientes 2-3 veces al día y evitemos eficazmente su desarrollo posterior. La primera placa que aparece en nuestra boca es la placa dental. Está formada principalmente por restos de comida y sustancias contenidas en la saliva. Como ya se ha dicho, la placa dental no es peligrosa, es un depósito blando y por tanto fácil de eliminar por medios caseros. El problema comienza cuando la placa se transforma en sarro.

El sarro, es decir, la placa mineralizada

Muchas personas equiparan la placa con el sarro, pero se trata de dos depósitos diferentes. El sarro es mucho más peligroso que la placa. Se puede escribir que es su encarnación siguiente, más avanzada. Cuando la placa no es eliminada por nosotros durante mucho tiempo (bastan unos días para ello), comienza lentamente a sufrir el proceso de mineralización. El depósito se endurece y adquiere un tono más intenso, amarillento o marrón. Así nace el sarro.

Para la mayoría de las personas, el sarro es principalmente un problema estético: hace que nuestros dientes pierdan su color natural. Algunas personas también se quejan del olor desagradable de su boca debido al sarro. Sin embargo, el sarro también puede tener consecuencias mucho más graves. Con el tiempo, su capa se va haciendo más gruesa, destruyendo poco a poco nuestros dientes. Como resultado, aparecen las caries y las enfermedades periodontales.

¿Cómo eliminar el sarro?

Por desgracia, en el caso de la formación de sarro, las actividades de cuidado básicas no son suficientes. No es posible deshacerse de él mediante el cepillado o el uso del hilo dental. La única solución en esta situación es acudir a la consulta del dentista y someterse a un raspado. ¿En qué consiste? Hoy en día lo más frecuente es que se realice con el método láser, que se basa en la eliminación del sarro de los dientes con el uso de un láser especial, o con el método de ultrasonidos, que permite deshacerse de los depósitos dañinos con el uso de ultrasonidos.

Además del raspado, en el consultorio dental se suele realizar un chorro de arena. Se trata de un procedimiento durante el cual el especialista muele y alisa suavemente los dientes, eliminando cualquier resto de sarro. El chorro de arena aclara perfectamente el esmalte, devolviendo un color atractivo a nuestros dientes.

 

Una correcta higiene bucal es la clave

La prevención es lo más importante. Si cuidas adecuadamente el estado de tu cavidad bucal, el sarro no tendrá espacio para jugar, y los problemas de caries y enfermedad periodontal no te afectarán. Ya hemos mencionado que debes cepillarte los dientes al menos 2-3 veces al día. Esto debe hacerse con un movimiento de barrido, moviendo el cabezal de limpieza verticalmente desde la línea de las encías hasta la corona de los dientes. El cepillado debe durar entre 2 y 3 minutos y debe complementarse con el uso del hilo dental para eliminar los restos de los lugares de difícil acceso. También es una buena idea utilizar colutorios para ayudar a eliminar la placa de los lugares inaccesibles al cepillado y al uso del hilo dental.

Aparte de una higiene bucal adecuada, nuestro estilo de vida también es importante en la prevención de la placa. Para protegernos de la placa y el sarro, se recomienda:

  • Limitar los dulces y el azúcar: los dulces son el principal caldo de cultivo de las bacterias cariosas. No es necesario renunciar a ellos por completo, pero vale la pena reducir su consumo al mínimo;
  • dejar de fumar cigarrillos: el humo del tabaco contiene muchas sustancias que decoloran y desmineralizan los dientes. Si es usted fumador, considere seriamente la posibilidad de abandonar este hábito perjudicial;
  • limitar el consumo de café y té – la mayoría de nosotros consume estas bebidas al menos varias veces al día, pero dejan manchas intensas en los dientes, que son difíciles de eliminar, y además facilitan que la placa se deposite en nuestro esmalte. En lugar de café y té, deberías beber más agua cada día.

Un cepillo de dientes sónico puede ayudarte a protegerte de la placa

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Grzegorz Kostka

Especialista en tecnología Smilesonic

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