¿Cómo tratar eficazmente la placa?
Debemos ser conscientes de que después de cada comida aparece placa en nuestros dientes. A veces se nota, pero la mayoría de las veces adquiere un tono amarillento o marrón que decolora el esmalte de forma poco estética. Este depósito se denomina profesionalmente placa dental. Es una placa blanda, gracias a la cual podemos eliminarla de los dientes con el cepillado diario. Sin embargo, si descuidamos la eliminación de la placa, ésta se endurecerá con el tiempo, convirtiéndose en sarro, que es mucho más difícil de eliminar. En el texto de hoy, aprenderás cómo se desarrolla la placa dental y cómo combatirla eficazmente.
¿Qué es la placa dental?
Nosotros mismos provocamos la formación de placa dental, nos guste o no, al comer y beber cada día. Los restos de comida se adhieren fácilmente a los dientes y, a medida que se acumulan, crean un entorno favorable para el desarrollo de las bacterias. En la fase inicial se trata de bacterias no cariogénicas, pero con el tiempo podemos encontrar también bacterias cariantes. Gracias a ellas aparecen agujeros en los dientes, que luego hay que rellenar con empastes o tratamientos de conductos.
La caries dental no es el único problema causado por la acumulación de bacterias en la cavidad bucal. Los microorganismos también pueden atacar el esmalte, desmineralizándolo. Como resultado de este proceso, el esmalte se vuelve más débil y susceptible a las lesiones. Los depósitos en los dientes también tienen un impacto muy malo en las encías – que a menudo conducen a la gingivitis y la enfermedad periodontal. La más peligrosa de ellas, la periodontitis, puede incluso provocar la pérdida de los dientes.
¿Cómo lidiar con la placa dental?
La placa dental permanece con nosotros durante varias horas después de comer. Después de ese tiempo, se mineraliza, es decir, se transforma en sarro. Por desgracia, es prácticamente imposible eliminar este depósito con métodos caseros. En caso de que se desarrolle, la única solución es una visita a la consulta del dentista y someterse a un raspado (eliminación profesional del sarro). Lo mejor es repetir este procedimiento de forma profiláctica una vez cada seis meses. Como complemento al raspado está el chorro de arena, es decir, una operación destinada a eliminar las manchas de la superficie del esmalte con el uso de un llamado chorro de arena. Consiste en que el dentista rocíe los dientes con agua mezclada con un abrasivo especial. El chorro de arena dura unos veinte minutos, es indoloro y da resultados realmente satisfactorios.
Sin embargo, si aún no se ha formado sarro en nuestra boca, y seguimos lidiando “sólo” con la placa dental, los métodos caseros serán suficientes para limpiar nuestros dientes. En primer lugar, recuerda cepillarte los dientes con regularidad: una higiene bucal diligente es clave en la lucha contra la placa dental. Debemos utilizar un cepillo de dientes al menos dos veces al día y complementar esta actividad con la eliminación de la placa de los huecos entre los dientes con hilo dental o un irrigador. También hay que recordar que no hay que cepillarse los dientes inmediatamente después de una comida, ya que varios minutos después de haber comido algo todavía hay ácidos en la boca que pueden provocar el reblandecimiento y el debilitamiento del esmalte. Se recomienda esperar unos 30 minutos antes de cepillarse los dientes después de una comida.
Sin embargo, el cepillado de los dientes con un cepillo y el uso del hilo dental no son las únicas formas de eliminar la placa de la boca. También puedes utilizar para este fin:
- El zumo de limón: no sólo es estupendo para eliminar las bacterias y tiene propiedades limpiadoras, sino que también aclara sutilmente el color de tu esmalte. Sólo tienes que exprimir unas gotas de limón en tu pasta de dientes y luego cepillarte los dientes con ella. También puedes mezclar limón con agua en una taza para hacer un excelente enjuague bucal;
- Vinagre de sidra de manzana: otro ingrediente que es excelente para hacer frente a las bacterias. Se ha demostrado que no sólo reduce la placa, sino que también ayuda a prevenir la periodontitis y la enfermedad de las encías. Preparar un enjuague bucal a base de vinagre de sidra de manzana es “sencillo”: basta con añadir una cucharada de vinagre a un vaso de agua. Puede enjuagarse con seguridad la boca con tal preparación incluso todos los días;
- bicarbonato de sodio – elimina maravillosamente las impurezas de la superficie del esmalte, aclara eficazmente los dientes y se ocupa de la placa. Para utilizar este método, puede añadir una pequeña cantidad de bicarbonato de sodio a la pasta de dientes que utiliza todos los días para cepillarse los dientes. Sin embargo, es importante no utilizar el bicarbonato con demasiada frecuencia, ya que a la larga puede ser invasivo para el esmalte.
Invierte en un cepillo dental sónico Smilesonic
Ya sabes que la clave para combatir la placa es un cepillado diligente. Por desgracia, la mayoría de nosotros tiene un problema con esta actividad utilizando un cepillo de dientes manual: no conocemos la técnica adecuada de cepillado y, a menudo, debido a nuestro ajetreo diario, no nos acordamos de cepillarnos durante los dos minutos recomendados. Para colmo, ni siquiera el usuario más experto puede eliminar las bacterias de las zonas de difícil acceso con un cepillo manual. Por eso deberías considerar la posibilidad de comprar un cepillo dental sónico Smilesonic.
Este dispositivo tiene un generador de ondas sónicas instalado en su mango, que permite que las cerdas trabajen a una frecuencia de unos 260 Hz. Esta frecuencia hace que la punta del cepillo vibre mientras te cepillas los dientes, combinando la saliva y la pasta de dientes. Esto crea diminutas partículas de limpieza en tu boca, que permiten eliminar eficazmente la placa no sólo de la superficie del esmalte, sino también de las zonas de difícil acceso. Nuestros cepillos dentales sónicos Smilesonic no requieren que el usuario tenga una técnica de limpieza adecuada, ya que todos los movimientos son automáticos. Los temporizadores instalados en ellos se encargan de que siempre se cepillen los dientes durante los dos minutos recomendados.
